11/17/2006

Canciones de despecho, una biografía de Sergio Bitar

Sergio, cuando era un joven pelucón y con muchos ideales, militó en un partido político tan prometedor como el PPD en la época de su nacimiento. La Izquierda Cristiana se llevó nueve brillantes diputados de la Falange. Sus dirigentes eran políticos honestos y de gran trayectoria, como Alberto Jerez, Julio Silva Solar, Lucho Maira y Bosco Parra; este último era el líder indiscutible de la juventud. Juan Bosco era gordito, como su santo patronímico y, además, de los pocos estupidanleses que ha leído, completamente, en Busca del tiempo perdido, de Proust; un hombre genial, de preclara inteligencia que, afortunadamente para su carácter nervioso, no participa del mierdero político actual. Los Izquierda Cristiana eran casi MIR: un poco troskos, un poco anarquistas y mucho de cristianos por la liberación. Estos conversos revolucionarios ponían muy nervioso a mi tío Salvador, quien quería una alianza entre cristianos laicos y marxistas, y no que los dos primeros se convirtieran en marxistas. Está claro que no le resultó y de ahí una de las razones del fracaso de la vía chilena al socialismo, (para los tontos, es evidente que esta es una paradoja).
Rafael Luis Gumucio Rivas
Sergio Bitar era un joven buen mozo, de inteligencia vivaz, captado por Juan Bosco para ser ministro de Minería del gobierno de Salvador Allende. Como los IC eran puntudos, no les gustaba Julio Silva Solar, un moderado, que fue vetado por su propio partido –la IC – cuando Allende quiso nombrarlo Ministro del Interior. Sergio Bitar fue apresado y conducido a la isla Dawson, luchar “paradisíaco tropical” en el cual el único castigo era escuchar las clases de marxismo del gran sociólogo Clodomiro Almeida y las cariñosas cachetadas de los marinos que, como todo hombre popular chileno, pensaba que los libros tontifican a los niños. Parece que Fernando Flores y Sergio Bitar, captando que el socialismo real iba a morir en manos del Papa Juan Pablo II, se dedicaron a adentrarse en el complejo lenguaje de la cibernética y captaron, anticipadamente, que con las páginas Web se podrían hacer tan millonarios como los niños del Google. Sergio Volvió a Chile, se abrazó con todos sus camaradas que pilló y preparó el derrocamiento legal de la dictadura. Un día llegó a uno de los tantos congresos de la IC, que se realizaban en Punta de Tralca, con el pastel que acababa de firmar por un nuevo partido llamado “por la democracia”, una invención del profesor Ricardo Lagos, que abarcaba todo tipo de personajes: Armando Jaramillo, liberal, un poco siútico; Julito Subercaseaux, un conservador muy simpático y sencillo, que usted podía encontrarlo en los pataches de la Vega Central; Jorge Tarud, hijo de Rafael Tarud, presidente de la medialuna del API y, además, fue generalísimo de la candidatura de Salvador Allende; dos náufragos de los radicales, el manco Víctor Manuel Rebolledo y el hijo de Jacobo Schaulsohn, Jorge, quien posteriormente ha hecho historia, más como lobbista que como repúblico. Posteriormente, perdí las trazas de mi entrañable amigo Sergio; la verdad, es que siempre fui moderado dentro de la UP y me gustaba mucho más el socialismo utpopico, el anarquismo de Bakunin, los Frentes Populares, que el ultra izquierdismo clasista de la IC, razón por la cual siempre votaba por los más moderados dentro de este partido: Alberto Jerez, Julio Silva, Sergio Bitar; lo raro es que los que eran de derecha en la UP, hoy siguen siendo anti neoliberales y los bocones ultraizquierdistas, hoy son empresarios y fanáticos del capitalismo salvaje. Así es la vida. Este cronista no se fue al PPD, por el contrario, fue algo tan inútil como miembro del tribunal supremo del partido instrumental de la izquierda, llamado PAIS. Después de la caída del muro de Berlín la Izquierda Cristiana y el Mapu perdieron toda vigencia y penetraron, desordenadamente, en el PPD y en el partido Socialista; como intelectuales y más políticos, dominaron en ambos Partidos. Es que la izquierda tradicional obrerista estaba en punto muerto, como lo acusaba el más inteligente de los socialistas, don Raúl Ampuero. Sergio, como era lógico, fue elegido senador por el Norte Grande, varias veces presidente del PPD, ministro de Educación, (que terminó sabiendo más que cualquier profesor sobre pedagogía) y, por último, salvó a Mamita Bachelet de las estupideces de su equipo de comunicaciones, catapultándola como Presidenta. El pobre Sergio la está pasando pésimo, pero quién lo mandó meterse en este mierdero, pero Mamá lo levanta y lo baja. Les aseguro que he escrito esta breve biografía, que puede parecer apologética, solamente inspirado por Zeus.

2 comentarios:

  1. jajaja
    muchas gracias señorees por este nucleo de informacion
    un abrazo y ya tienen un nuevo lector

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  2. Anónimo10:50 a. m.

    Una errata:

    La corporacion no es de Michael Moore, el solo es un entrevistado al igual que Chomsky o Friedman

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